Romance de cuarentena
En una tarde de abril
donde mi triste recuerdo
vagaba entre mis dolores
y pedía nuestro encuentro,
enterrado en el hogar
miraba con celo al cielo;
naturaleza en la calle
y humano en el encierro.
Los impulsos de la vida
apenas en eco encuentro,
del pasado vienen pájaros
con futuro en pico muerto.
Una vez uno me habló,
atrevido y tuerto cuervo:
«Esto es tan solo el principio,
primer paso hacia el infierno»