Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Autor: Samuel Cerdera García

Pues soy el humilde administrador de esta página :)
Reseña de «Wonder Woman»

Reseña de «Wonder Woman»

En esta reseña vais a encontrar SPOILERS, así que si quieres ver la película, no leáis lo que hay a continuación.

Primero de todo tengo que admitir que no soy gran fan de DC; respecto a las adaptaciones cinematográficas de superhéroes desde hace mucho tiempo me decanté por Marvel. Desde luego tampoco soy fan del «DC Extended Universe», y por varias razones. Así que podéis estar seguros de que esta crítica no la hago desde el lado «putifan», ni tampoco desde el odio irracional hacia DC. Me son indiferentes como creadores de cómics.

Dicho esto, de lo poco que he visto últimamente de DC, es lo mejor con diferencia. Se agradece la aparición de un personaje poco trillado, como es el de Wonder Woman. Además también es agradable ver un personaje bien construido, con un pasado más o menos claro y un ideario que no da pie a dudas. No hay tanta comida de cabeza como en otras películas, pero no por ello el mensaje deja de ser efectivo. Mezcla los puntos justos de comedia con otras escenas más crudas que se enlazan muy bien con el ambiente de guerra en el que se ambienta gran parte de la película. Algo lenta quizás al principio, pero se ameniza con toques de humor y datos interesantes sobre la historia de los personajes, por lo que apenas importa. La trama me parece bastante interesante. La I Guerra Mundial aún tiene mucho que dar, por muy triste que pueda sonar esta frase, en el cine. La idea de la guerra como causa directa de un antiguo dios griego es interesante. Nadie cree a la protagonista, y ella no cree a nadie de los presentes. Al final ambos bandos tienen razón. El ser humano se deja llevar por la maldad, en ocasiones instigada por Ares, pero la decisión final de matar y asesinar la toman los humanos. La historia clásica de bondad contra maldad, pero con el matiz individual encarnado esta vez por un personaje femenino. La pena, giros de guión que no lo son, pues son demasiado predecibles -se sabía desde el principio quién era la matadioses y que el señor del bigote no tramaba nada bueno-.

Mención aparte merece el casting para elegir a los personajes, de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Gal Gadot como Wonder Woman es perfecta. Si Robert Downey Jr. siempre será Iron Man y Hugh Jackman Lobezno, ella ha sido destinada para encarnar a Diana. Los secundarios son de lo mejor de la película, ellos solos hacen genial el filme. Esa clase de personaje, realmente insignificante, pero con unos puntos tan adorables que a cualquier gesto, palabra o seña uno quiere más y más. De entre todos ellos me quedo con dos, Sameer, interpretado por Saïd Taghmaoui, y Etta Candy, interpretada por Lucy Davis. Además la actuación es bastante buena en todos. En este apartado me quedo con Chris Pine, quien interpreta a Steve Trevor, un personaje masculino muy típico pero con un encanto especial. Uno de sus discursos finales, cuando intenta explicar cómo funcionan los buenos actos en los humanos, llega verdaderamente al corazón.

Uno de los puntos fuertes son sin duda las escenas de acción, MUY bien hechas. Diana es una mala bestia, bruta como ella sola y le sienta condenádamente bien. ¿Ayuda de quién? No se dan falsas ideas de que necesita la ayuda de los demás; no la necesita. Es una amazona, la más poderosa de todas ellas. Esto mezclado con su ingenuidad crea un personaje encomiable y muy atrayente para el espectador. Quizás me hubiese gustado ver un poco más de brutalidad por su parte, pero para ser la película iniciadora a una superheroína me doy con un canto en los dientes, apartando el hecho de que a mayor violencia mayor la edad recomendada para su visualización, y con eso casi nunca arriesgan. Prefiero rebajar violencia y que sirva de ejemplo para generaciones más jóvenes. La escena de las trincheras es posiblemente una de las mejores escenas de acción de superhéroes que he visto en mi vida; es original y demuestra todo el poderío de Wonder Woman, es una auténtica declaración de intenciones. El problema es que es tan buena que deja un poco floja el confrontamiento final. La pelea con Ares es algo lenta, con movimientos algo absurdos -arrojar a unas granadas de mano un misil- y algo falta de expectación. No obstante mejora con la música, que es otro apartado del que no se puede decir nada malo. Orquesta épica para una película épica.

Entrando en temas de mensaje / ideología, no puede ser mejor. Se quita de encima décadas enteras de cine de superhéroes donde la mujer es una mera espectadora de las hazañas de su homólogo masculino. Wonder Woman, literalmente, ha cogido a DC y la ha puesto sobre su espalda. Y me encanta. Sé que voy a ver Wonder Woman 2, no tanto la nueva película de Batman. Sexualización ninguna. Lo importante de Wonder Woman es su mensaje, el deseo de salvar a todos los inocentes de este mundo, y desde luego también su poderosa fuerza. Y lo de la sexualización es importante. Tal como se encuentra la industria actual, por desgracia era demasiado fácil sexualizar esta película. Mientras que en gran parte del cine actual aprovechan cualquier situación para sexualizar a la mujer, ya sea por la situación o por su cuerpo, aquí no se deja momento alguno para hacerlo. Y más cuando tienen a una modelo como actriz, y en este caso, teniéndola, han guardado la decencia. Y sé que va a ver mil críticas de la película acusándola de partidista, de producto del lobby feminista -y mil mierdas más- cuando, aparte de que no es algo negativo, importante es una mierda. Son amazonas, y las amazonas tenían que ser representadas tal y como lo han sido en esta película. Además de un mensaje fiel al cómic y entre comillas a la mitología, han creado un producto que puede servir y mucho para cambiar la forma de ver a los superhéores.

La película también tiene cosas malas, como todas, aunque una de las peores es algo ajeno. El doblaje en España se acerca a lo pésimo. No sé si ha sido resultado de la reciente huelga de dobladores que ha habido o que han deseado reducir gastos y han escogido a uno de los peores equipos actuales, pero el doblaje hace que la película pierda bastante. Voces que no se corresponden en absoluto con las reales de los actores / actrices, y una entonación rara, casi incómoda. Tal es que la primera media hora, con este doblaje, cuesta meterse en la película porque es un golpe de efecto contraproducente.

Otro punto negativo para mí es una frase que se repite hacia el final de la película. Wonder Woman ha estado a punto de perder la esperanza en la humanidad, por su visible maldad. Somos malos oye. Cuando su enamorado -que ese es otro tema- se suicida para salvar unas cuantas vidas más, ella descubre que algunos humanos sí guardan verdadera bondad en su interior, y recobra sus fuerzas. Cuando perfectamente podría haber dicho «Creo en ellos» o «Creo en el poder de la humanidad», los guionistas decidieron poner la frase «Creo en el poder del amor». ¡No! Es una manera anticlimática de terminar una película. No creo que él se suicide exclusivamente por amor hacia los demás, sino por justicia y heroísmo. La justicia no siempre va ligada al amor. No todo lo bueno que hacemos lo hacemos por amor al prójimo. Hay gente buena por naturaleza, que no necesita del amor como excusa para entregarse a los demás. Pese a no leer los cómics y realmente no saber si esto es igual en los mismos, a mí me parece que es algo que no le pega al personaje, al menos no al personaje que querían construir en esta película.

Y el amor, oh el amor. Esto no es Wonder Woman, es cualquier película de superhéroes, aunque aquí también ocurre. ¿Por qué tiene que existir una historia de amor -sentimental y romántico- en todas y cada una de las películas protagonizadas por superhéroes? No me jodas, hasta en las películas de Godzilla hay una historia de amor. Además una historia de amor tan estándar que sabes perfectamente cómo va a terminar ¿Qué tiene que ver eso con disfrutar viendo a gente con superpoderes aporreando a los malos? Yo NO quiero besitos en una película así, y si me los dais, que se alejen un poco de lo típico por favor. O amor paternofilial, como en Logan, aunque claro, Logan es otra liga.

Resumiendo. No es la mejor película de superhéroes de la historia, pero sí es la mejor que DC ha hecho en mucho tiempo. Da un atisbo de esperanza en lo cinematográfico de DC, y sobre todo, en ver en un futuro a personajes femeninos grandiosos, tal y como se merecen muchas espectadoras cuando deciden ir a ver películas de superhéroes.

Rocío

Rocío

Una de las tradiciones más típicas de la noche de San Juan es que en la madrugada, una vez celebrado el solsticio y con las hogueras apagadas, antes de que amanezca hay que andar descalzo por la hierba y lavarse la cara con el rocío que podamos encontrar a nuestro alrededor. Con esto se supone que conservaremos la belleza y la salud todo el año lo mejor posible. Un auténtico milagro vaya. Mirad lo que es el tiempo, que a día de hoy el milagro tan solo sería encontrar una mísera gota de agua en la madrugada. Disfrutad de las hogueras hermosos y hermosas.

Futuro

Futuro

No va a quedar piedra sobre piedra sino bala sobre bala. La sangre será un recuerdo del pasado y ansiaremos por verla. Los bosques existirán, sí, pero las ramas serán venas y las hojas manos de inocentes. La carretera estará asfaltada con hueso y las aceras solo las caminarán los recuerdos. No tendremos ya ni fantasmas, cansados por saber que el aterrar ya lo hicieron otros mejor que ellos. Animales, cientos, siguiendo su rumbo como siempre han hecho. Ya la lluvia no conseguirá borrar ninguna huella. Nuestros edificios serán las nuevas pirámides y nuestras casas, cuevas con pinturas absurdas. Los libros serán los nidos de los pájaros y la rima sonará a hechizo. De los pocos que sobrevivamos la mayoría vivirán como lo hicieron ya en el pasado, en la pobreza, pobreza que les salvó de la auténtica miseria. Las cruces se quebrarán y harán de palanca. Las nuevas estarán hechas de calavera, recordando que el único auténtico dios, es la muerte. Quién sabe si la música será la nueva diosa. Los cementerios serán tan comunes que se convertirán en la plaza del pueblo. Creeremos de nuevo que solo los pájaros vuelan. La nueva Biblia serán los mapas. Y por desgracia la solidaridad no se creará -nunca existió- porque la palabra prohibida, guerra, ronda sobre la cabeza ajena. El rico será el que conserve todos sus miembros. La lucha de clases se resumirá en quien deje de tener un pan. Sí perdurará la hoguera en el solsticio, si bien ya no ahuyentarán sapos ni brujas, sino al dinero y al político.

Terror desde mi cama II

Terror desde mi cama II

Las risas de niños no serían problema alguno si no hubiera otra cosa que me preocupaba. Unas cuantas semanas antes había empezado a escuchar algo extraño tumbado en la cama, el latir de un corazón. Daba igual la hora, era bastante aleatorio, en algunas ocasiones era la noche la encargada de darle cuerda mientras que otros días el sol entraba por la ventana y seguía escuchándose. No tenía ningún tipo de horario. En un primer momento pensé que se trataba de mi propio corazón, pero al comprobar mi pulso vi que era un ritmo al completo distinto; no era el mío. Barajé mil ideas, desde una máquina de respiración asistida de los vecinos de abajo a gotas de las tuberías que producían un eco extraño; pero no sacaba nada en claro. Así pasaron semanas, antes, durante y después de la anécdota con las risas.

Me lo tomaba a broma porque realmente no era más que un ritmo constante a la hora de tumbarme en la cama. Eso era lo gracioso; había que tumbarse en la cama. Y no era algo que solo me ocurriera a mí, mi padre también lo podía escuchar, pero tan solo al tumbarse. ¿Quizás un muelle roto que con mala fortuna, con el peso de una persona, producía ese sonido? Puede ser, no lo niego. Pero el caso es que siempre, a su libre albedrío, sonaba.

Cuando mi padre y yo desistimos por ser incapaces de averiguar qué era, entró mi madre en el juego. «La Anabel» para los conocidos. Siempre hemos dicho que tiene algo de bruja -suele acertar cosas que no debería saber- e incluso de demonio, y lo demostró. Lo digo en tono de broma porque pasó tal cual, y sé que es difícil de creer. Pero bueno, es una madre, y las madres tienen ese algo que siempre hay que considerar, al menos la mía. Estábamos los tres en el cuarto, de día, a eso de las cuatro o cinco de la tarde, y mi padre y yo nos turnábamos para escuchar aquel ruido. Mi madre todavía no había probado a escucharlo porque pasaba del tema, le parecía algo tonto. Cuando por fin se cansó de vernos intentar oír el ruido, decidió tumbarse sobre la cama. Lo percibió. Pasaron diez segundos en los que ella no hizo nada y, una vez transcurridos, salieron por su boca las palabras:

Ya está.

Y en efecto. No me preguntéis cómo lo hizo o si estaba de broma, pero una vez que me tumbé en la cama, el ruido ya no estaba ahí. Ni aquel día ni ningún otro, porque desde entonces no ha vuelto a aparecer. No me malinterpretéis, sé que de paranormal esto no tiene nada, simplemente serán mil casualidades que se dieron a la vez en mi habitación, pero todo lo que os cuento pasó tal como lo podéis leer aquí. De todo lo que ocurrió, lo único que tengo claro es que aquel ruido desapareció una vez que mi madre se tumbó en la cama. Tengo claro que se acojonó, y le comprendo perfectamente.

Estas anécdotas son verídicas, me ocurrieron y he intentado narrarlas lo mejor posible. Como aviso, todo lo «terrorífico» que podáis ver en el blog a partir de ahora, sin duda no es real.

Terror desde mi cama I

Terror desde mi cama I

No son anécdotas terroríficas. Ni mucho menos. Tampoco son impactantes; son de esas en que lo importante es haberlas vivido. Sé que todas tienen una explicación racional detrás, aunque eso no quita que en el momento de experimentarlas tuviera auténtico miedo. Me sentí bastante indefenso. Me considero agnóstico en esto de lo paranormal, y niego la mayor parte de lo que se puede ver, leer y escuchar en Internet, pero cuando algo así te ocurre, hay que ser sincero y contarlo tal y como pasó, más allá de tus ideales personales.

La primera anécdota es la más irreal y la que explicación más sencilla guarda, aunque irónicamente la que más me asustó en su momento. Una noche, creo recordar de verano, estaba intentado dormir. No tengo demasiados problemas a la hora de dormir con el calor, pero a todos nos cuesta a veces cerrar los ojos del todo cuando el sofoco acecha. A eso de las 3 de la madrugada -fíjate qué hora tan sugerente-, todavía despierto por el calor, creí escuchar unas risas, bastante agudas, a la lejanía, como risas de niño pequeño. Ningún misterio, «serán las vecinas de al lado», me dije, que habrán venido a pasar el día con el padre. Me volví a acostar, tranquilo, para intentar dormir algo. El problema surgió cuando al estar con los ojos cerrados, boca arriba, escuché a escasos centímetros de mi oído derecho esas risas de nuevo, aunque en esta ocasión más potentes, cercanas e intimidantes. Todos sabéis cómo suenan las risas de niños pequeños en las películas, pues aquello fue exactamente igual. Era como si estuvieran susurrándome en la oreja. No voy a mentir. Di un respingo y grité un poco. Lo primero que intenté es encender la luz, lo cual me costó unos segundos debido a la tensión del momento. Cuando el cuarto se iluminó obviamente allí no había nada, tan solo yo y mi nerviosismo. Esa noche quise dormir con la luz encendida.

¿Explicación? Un sueño. / Somnolencia. / Fueron las vecinas. / Simple y llanamente que tras el primer fenómeno yo mismo me sugestioné y mi cabeza provocó el segundo. Suele pasar.

¿Problemas? Estoy casi seguro de que estaba bien despierto. / Somnolencia, ninguna, no había dormido en toda la noche. Además me encontraba bastante descansado por desgracia. / Mis vecinas, difícil, ya que fue mi oído derecho el que sufrió el susto y la pared está justo a mi izquierda, estando bocarriba. / Y el mayor de todos ellos, este fenómeno llegó en las mismas semanas en las que en mi cama se escuchaba algo bastante inquietante…

Pero eso es asunto de otras entrada.

La patria

La patria

La patria es una cueva. Entre una cueva y otra no hay muchas diferencias a simple vista, ni a compleja. Conjunto de piedras más o menos bonitas que dan salida a algo mejor. Lo único distinto que hay dentro de las cuevas pudieran ser sus habitantes. Y en un principio eran todos iguales. Alguien, quizás por necesidad egocéntrica, decidió que no quería parecerse a los de la cueva de al lado, no le gustaba la forma de sus orejas. Esta opinión gozó de gran aceptación entre todos los habitantes, pues del tedio acumulado deseaban algo novedoso en lo que centrarse. Los de la otra cueva, en forma de venganza, ridiculizaron la extraña nariz que tenían estos, algo torcida. Una tercera cueva, viendo que debido a la prematura guerra esas dos cuevas estaban tomando todo el protagonismo, quisieron también hacerse notar y decidieron pintarse todo el cuerpo de rojo. El resto de cuevas o desaparecieron por la importancia de las que decidieron cambiar u optaron por modificaciones o acciones mucho más extravagantes. En un momento todas las cuevas eran distintas las unas de las otras; eran tan distintas que ninguna destacaba sobre la otra. No había forma de sobreponerse sobre el resto. La triste decisión final fue la de iniciar la primera y última guerra para desentrañar el misterio de cuál era la cueva más magnífica. En un mundo de hambre, miseria y dolor, que fue el que quedó, tan solo queda ya un recuerdo; la guerra la inició una oreja.