Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Autor: Samuel Cerdera García

Pues soy el humilde administrador de esta página :)
Reflexiones de una vida sin experiencia

Reflexiones de una vida sin experiencia

Dentro de un mes, casi exacto, se me ha dado la oportunidad de hacer una pequeña presentación de mi primer poemario, ya sabéis, el ‘estacionario’. Todo se encuadra en una serie de presentaciones y actividades pertenecientes al conocido «Agosto Clandestino», ciclo logroñés sobre poesía. Estos días he estado asistiendo a varias de estas exposiciones y me he dado cuenta de una cosa: soy muy joven.

Ante mí han pasado multitud de autores de renombre, pero sobre todo, autores con una edad. Cuentan sus experiencias, sus vivencias, sus viajes. Si algunos hasta tienen hijos o colaboran con importante medios. Y yo me quedo pensando… ¿Qué les va a contar un retaco de 24 años? Un retaco que no llega al cuarto de siglo y que no ha salido en su vida de la ciudad en la que siempre ha vivido. Alguien que su experiencia vital es la propia de una persona de Logroño; escasa.

Tampoco me he puesto nervioso porque sé que me he hecho a mí mismo como un ser sin vergüenza, pero va a ser curioso ver cómo les cuento una chapada sin importancia a personas con una experiencia vital interesantísima, mucho más que la mía. Personas que veo que escriben, en parte, para crear belleza, cuando para mí es un ejercicio absolutamente egoísta; escribo porque si no me ahogo. Aunque supongo que para estas cosas de la poesía las experiencias que más valen son las de dentro, las que cuesta plasmar en papel, y para eso el viaje es más o menos infinito dentro de todos nosotros. En ese aspecto, viajar, he viajado.

Diario de a bordo (1)

Diario de a bordo (1)

El proyecto ‘Verano’ ha comenzado, originalidad ante todo.

El nuevo poemario va a cambiar un poco respecto al anterior. Aunque todavía recojo toda mi poesía a lo largo de las estaciones del año, en esta ocasión prefiero organizar los capítulos de distinta manera.

En principio, estos capítulos tendrán un hilo conductor, el cual tendrá una relación muy directa con el título del libro, que permanecerá oculto por ahora.

Toda la poesía que pretendo utilizar ya está escogida; ahora solo hace falta un proceso de criba para que no quede un poemario demasiado extenso.

Si todo va bien, el libro debería estar recopilado y registrado para finales de agosto – principios de septiembre. Después comenzará esa temida odisea de ir dando pena de editorial en editorial… Pero esa es otra historia.

Stag & Serpent
Reflexiones después de un velatorio

Reflexiones después de un velatorio

Vaivén de visitas, minutos que te faltaron o que quizás te sobraron. Minutos que restan para vernos ahí. Sorprendidos por la gente que te acude en romería, tristes porque no lo hicieran en vida, rotos como la nube que ha dejado caer un poco de abono sobre el ambiente ennegrecido de pena, que ya no puede borrar la negrura de tu interior.

Un hijo te llora por dentro, otro te llora a cántaros y yo te lloro así, supongo, quejándome en blanco y negro. Se me acabaron las penas en otros terrenos, abuelo, pero cantar siempre canto, y te cantaré. Lágrimas no te faltarán de tus ocho ángeles, seguro; espero que te mezan tranquilamente hasta donde llegues. Si no llegas… Que en mi intento estúpido de escribir llegues a otros sitios, aunque sea conmigo a un final anónimo pero lleno de suspiros satisfechos.

Mucho ruido para tanta muerte, tanta muerte para un solo hombre, que no ha querido repartirse entre todos, que te quería rápido para ella sola. Veintiún días, sus noches y sus días y sus lloros y sus penas. Te ha velado como nosotros lo hacemos ahora, tampoco puedo culparla, esto funciona así.

En abril que en abril llueve, en abril que en abril muere…