Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

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Reflexiones después de un velatorio

Reflexiones después de un velatorio

Vaivén de visitas, minutos que te faltaron o que quizás te sobraron. Minutos que restan para vernos ahí. Sorprendidos por la gente que te acude en romería, tristes porque no lo hicieran en vida, rotos como la nube que ha dejado caer un poco de abono sobre el ambiente ennegrecido de pena, que ya no puede borrar la negrura de tu interior.

Un hijo te llora por dentro, otro te llora a cántaros y yo te lloro así, supongo, quejándome en blanco y negro. Se me acabaron las penas en otros terrenos, abuelo, pero cantar siempre canto, y te cantaré. Lágrimas no te faltarán de tus ocho ángeles, seguro; espero que te mezan tranquilamente hasta donde llegues. Si no llegas… Que en mi intento estúpido de escribir llegues a otros sitios, aunque sea conmigo a un final anónimo pero lleno de suspiros satisfechos.

Mucho ruido para tanta muerte, tanta muerte para un solo hombre, que no ha querido repartirse entre todos, que te quería rápido para ella sola. Veintiún días, sus noches y sus días y sus lloros y sus penas. Te ha velado como nosotros lo hacemos ahora, tampoco puedo culparla, esto funciona así.

En abril que en abril llueve, en abril que en abril muere…

Fotografía

Fotografía

Llevaba meses prometiéndome que lo haría, y un viernes por la noche en el que no tenía nada mejor en el horizonte, me puse a ello. Empecé a hacer el inventario de todos los libros que tenía por casa. Tras años de compra compulsiva y tras montones de lecturas pendientes, más de una vez había comprado sin querer dos veces el mismo libro, por lo que me había estado prometiendo que jamás me volvería a pasar, para al final ver una y otra vez que realmente sí volvía a pasar.

Fueron varias horas muy tediosas en las que pasaba el nombre del libro, su autor y la editorial a un Excel que empezaba a extenderse de manera preocupante. “Compras demasiado” me dije a mí mismo en varias ocasiones viendo que aquel número de ejemplares era más propio de una biblioteca que de un piso de soltero. Llegué a un montón de libros que todavía estaban en la caja en la que los compré; un mercadillo de segunda mano en el que toda esa caja no pasaba de los cinco euros. De forma instantánea me saqué un billete, se lo entregué a un anciano de sonrisa afable y me llevé la caja a casa. No sé en qué momento aquellos libros se desvanecieron de mi mente, pero en el momento del inventario me di cuenta de que no sabía que había comprado. Con el nerviosismo propio de un niño al recibir un regalo me dispuse a echar un vistazo a todos aquellos libros. La mayoría no eran más que historias de vaqueros que yo no tenía, pero entre todos aquellos tomos destacaba uno, no por lo que era, sino por lo que guardaba. Al abrir el libro vi cómo una fotografía cayó a mis pies. Después de dejar el libro en la mesa me agaché para coger la fotografía. Se trataba de un retrato familiar muy antiguo. Debido al paso de los años apenas podían distinguirse los cuerpos, qué decir de las caras, donde a simple vista no podían distinguirse rasgos faciales. Sobre cada persona, trece en total, había un número escrito con bolígrafo. En la parte de atrás ese número iba acompañado de un nombre o un apelativo. Supuse que la dueña de esa fotografía era la número siete, debido a que en la parte posterior del papel podía verse un “yo” en mayúsculas. Estaba rodeada de toda su familia.

Era todo normal excepto por un signo, un signo de interrogación. Detrás de todos ellos, en la esquina izquierda de la foto podía verse pequeño, pero se veía, un signo de interrogación. Allí no había más que oscuridad, pero si uno centraba lo suficiente la vista podía distinguir algo con, quizás, forma humana. Aquello me llamó la atención ya que era poco probable que la niñita no conociese a alguien en un retrato familiar en el que todos posaban.

Sabiendo que yo no podía hacer mucho más llamé a un amigo fotógrafo acostumbrado a tratar fotos. Cuando se la enseñé me dijo que había mucho trabajo, pero que creía que podía mejorarse la calidad de la imagen para ver incluso el rostro de todos, incluido la cara de la enigmática silueta con el “?” en su interior.

Pasaron los días, unos días en los que irremediablemente mi cabeza iba una y otra vez a aquella silueta oscura. Por fin, un día, mi amigo llamó a la puerta, pero no traía una sonrisa en su cara. Lo más rápido posible encendió su portátil y abrió un programa de retoque fotográfico. Al aparecer la foto, ahora mucho más nítida que antes, señaló lentamente con su dedo índice a la esquina izquierda del papel.

-En esa fotografía… Sales tú.

Orientación sexual

Orientación sexual

No debería escribir sobre esto porque simplemente no debería existir un debate acerca de este tema. Espero que dentro de unos años debatir sobre la orientación sexual sea semejante a debatir sobre la belleza de las mondas de las patatas, es decir, algo absurdo e innecesario.

¿Tan inseguros son aquellos que niegan la libertad sexual de los demás? ¿Cuáles son las excusas más comunes que suelen alegar?

-Es anti-natural.

-Los niños, es que nadie piensa en los niños.

-Es que tradicionalmente…

-La moral por favor…

Si nos basamos en que es antinatural –no siéndolo pues sobran los ejemplos- nos queda que… Uy sí, qué antinatural, dijo usted desde un trozo de cristal implantado en un rectángulo de plástico que le permite comunicarse desde España con otra persona de Australia a una velocidad semejante a la de la luz. Todo esto mientras usted reside en un habitáculo de cemento de decenas de metros cuadrados suspendido a varios metros sobre el suelo, donde usted generalmente prepara su cena –o a lo mejor no- en una especie de superficie de metal de la cual surge el calor de forma instantánea, y donde llega el agua al instante, hallada a decenas de kilómetros de ese lugar. Y después de comer usted se sienta en frente de un cristal algo más alargado y observa cómo una pareja de humanos fornica a tiempo real en el interior de un trozo de metal capaz de viajar a una velocidad cercana a los 200 km/h. Y cuando algunos llegan a los 60 años, aparentan 40. Y ah, se me olvidaba, todo el conocimiento del humano se encuentra en algo denominado Internet. ABSURDO sí, como absurdo es aludir a lo antinatural a estas alturas de siglo respecto a la libertad sexual. El progreso tecnológico roza a día de hoy lo antinatural. El ser humano dejó de comportarse respecto a su naturaleza muchos siglos atrás, y todo lo que nos rodea es artificial. Por lo que si a antinatural se refiere el debate, todo lo es salvo vivir en mitad de un vergel alejado de la mano humana. E insisto, la inmensa mayoría de orientaciones sexuales son naturales, pues nos han acompañado desde que existen registros históricos y culturales. Porque de ser antinatural… mira que lleva tiempo con nosotros.

Lo de los niños paso de explicarlo con extensión. Preocuparse por los niños / adolescentes es otorgarles información suficiente respecto a su orientación / libertad sexual. Si supieran lo que puede sufrir un niño o adolescente porque una sociedad se empeña en hacerle creer que es un bicho raro, y se odia con tanta fuerza que a veces desearía dejar de existir, cerrarían su bocaza. Cuando la salud mental de muchos menores podría haberse salvado con una simple charla informativa, ellos se empeñan en señalarles como elementos enfermos de la sociedad. La capacidad de, ya no empatía, sino de permitir que un ser humano sin maldad, como suelen ser los niños, elijan ser felices. Normalmente suele ser miedo al cambio. Están muy cómodos en sus sillones, donde todo va previsto según su reloj prehistórico. El cambio imprevisto de las circunstancias les aterra.

Es que tradicionalmente… Es que tradicionalmente se quemaba a las brujas en la plaza del pueblo y el rey tenía el derecho de acostarse con la recién casada. Además en muchos lugares se ahorcaba a los tontos, así que tenga cuidado… Creo que me entendéis, basar algo en la tradición es absurdo. La tradición es algo cambiante, hoy puede desaparecer una tradición de mil años mientras que puede que se esté creando otra que durará otros doscientos. La tradición ni tiene base científica ni es indicativo de nada, es una actividad que por costumbre se ha ido repitiendo; de hecho en la mayoría de las ocasiones las tradiciones carecen de sentido o significado. Las repetimos porque siempre se ha hecho así, por lo que verdaderamente una tradición nociva, como sería la de no contemplar otras orientaciones sexuales, puede acabar en la basura sin ejercer un revuelo en la sociedad.

¿Moral? ¿Qué tiene que ver la moral con el hecho de sentir libremente quién te atrae sexualmente? El hecho de elegir con quién te acuestas NO tiene nada de moral en ello si ambas personas se respetan y están de acuerdo en lo que está sucediendo. Alegar a la moralidad en cuanto a la orientación sexual es como discutir si es moralmente aceptable que a alguien le guste más el color rojo que el azul, absurdo. Es que no es ni una elección, es algo que se es, se siente, algo que va más allá de cualquier moralidad temporal ligada a una sociedad.

Son así y les sale del coño / rabo  ser así, y lo que digan sobre su orientación sexual es indiferente porque no es de su incumbencia.

Y sí, por último, más allá de la orientación sexual, orgullo de formar parte del colectivo LGTB; es normal que sientan ese orgullo. Han sido un colectivo perseguido, golpeado y asesinado durante siglos, casi milenios, y ahora que la libertad plena está a un paso de sus manos, es normal que griten a los cuatro vientos que están orgullosos de expresar quienes son, porque otros no lo han podido hacer así, antes y desgraciadamente todavía ahora. Siempre se dice que nos queramos, que estemos orgullosos de lo que somos, ¿por qué ellos no lo van a poder hacer así?

Reseña de «Wonder Woman»

Reseña de «Wonder Woman»

En esta reseña vais a encontrar SPOILERS, así que si quieres ver la película, no leáis lo que hay a continuación.

Primero de todo tengo que admitir que no soy gran fan de DC; respecto a las adaptaciones cinematográficas de superhéroes desde hace mucho tiempo me decanté por Marvel. Desde luego tampoco soy fan del «DC Extended Universe», y por varias razones. Así que podéis estar seguros de que esta crítica no la hago desde el lado «putifan», ni tampoco desde el odio irracional hacia DC. Me son indiferentes como creadores de cómics.

Dicho esto, de lo poco que he visto últimamente de DC, es lo mejor con diferencia. Se agradece la aparición de un personaje poco trillado, como es el de Wonder Woman. Además también es agradable ver un personaje bien construido, con un pasado más o menos claro y un ideario que no da pie a dudas. No hay tanta comida de cabeza como en otras películas, pero no por ello el mensaje deja de ser efectivo. Mezcla los puntos justos de comedia con otras escenas más crudas que se enlazan muy bien con el ambiente de guerra en el que se ambienta gran parte de la película. Algo lenta quizás al principio, pero se ameniza con toques de humor y datos interesantes sobre la historia de los personajes, por lo que apenas importa. La trama me parece bastante interesante. La I Guerra Mundial aún tiene mucho que dar, por muy triste que pueda sonar esta frase, en el cine. La idea de la guerra como causa directa de un antiguo dios griego es interesante. Nadie cree a la protagonista, y ella no cree a nadie de los presentes. Al final ambos bandos tienen razón. El ser humano se deja llevar por la maldad, en ocasiones instigada por Ares, pero la decisión final de matar y asesinar la toman los humanos. La historia clásica de bondad contra maldad, pero con el matiz individual encarnado esta vez por un personaje femenino. La pena, giros de guión que no lo son, pues son demasiado predecibles -se sabía desde el principio quién era la matadioses y que el señor del bigote no tramaba nada bueno-.

Mención aparte merece el casting para elegir a los personajes, de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Gal Gadot como Wonder Woman es perfecta. Si Robert Downey Jr. siempre será Iron Man y Hugh Jackman Lobezno, ella ha sido destinada para encarnar a Diana. Los secundarios son de lo mejor de la película, ellos solos hacen genial el filme. Esa clase de personaje, realmente insignificante, pero con unos puntos tan adorables que a cualquier gesto, palabra o seña uno quiere más y más. De entre todos ellos me quedo con dos, Sameer, interpretado por Saïd Taghmaoui, y Etta Candy, interpretada por Lucy Davis. Además la actuación es bastante buena en todos. En este apartado me quedo con Chris Pine, quien interpreta a Steve Trevor, un personaje masculino muy típico pero con un encanto especial. Uno de sus discursos finales, cuando intenta explicar cómo funcionan los buenos actos en los humanos, llega verdaderamente al corazón.

Uno de los puntos fuertes son sin duda las escenas de acción, MUY bien hechas. Diana es una mala bestia, bruta como ella sola y le sienta condenádamente bien. ¿Ayuda de quién? No se dan falsas ideas de que necesita la ayuda de los demás; no la necesita. Es una amazona, la más poderosa de todas ellas. Esto mezclado con su ingenuidad crea un personaje encomiable y muy atrayente para el espectador. Quizás me hubiese gustado ver un poco más de brutalidad por su parte, pero para ser la película iniciadora a una superheroína me doy con un canto en los dientes, apartando el hecho de que a mayor violencia mayor la edad recomendada para su visualización, y con eso casi nunca arriesgan. Prefiero rebajar violencia y que sirva de ejemplo para generaciones más jóvenes. La escena de las trincheras es posiblemente una de las mejores escenas de acción de superhéroes que he visto en mi vida; es original y demuestra todo el poderío de Wonder Woman, es una auténtica declaración de intenciones. El problema es que es tan buena que deja un poco floja el confrontamiento final. La pelea con Ares es algo lenta, con movimientos algo absurdos -arrojar a unas granadas de mano un misil- y algo falta de expectación. No obstante mejora con la música, que es otro apartado del que no se puede decir nada malo. Orquesta épica para una película épica.

Entrando en temas de mensaje / ideología, no puede ser mejor. Se quita de encima décadas enteras de cine de superhéroes donde la mujer es una mera espectadora de las hazañas de su homólogo masculino. Wonder Woman, literalmente, ha cogido a DC y la ha puesto sobre su espalda. Y me encanta. Sé que voy a ver Wonder Woman 2, no tanto la nueva película de Batman. Sexualización ninguna. Lo importante de Wonder Woman es su mensaje, el deseo de salvar a todos los inocentes de este mundo, y desde luego también su poderosa fuerza. Y lo de la sexualización es importante. Tal como se encuentra la industria actual, por desgracia era demasiado fácil sexualizar esta película. Mientras que en gran parte del cine actual aprovechan cualquier situación para sexualizar a la mujer, ya sea por la situación o por su cuerpo, aquí no se deja momento alguno para hacerlo. Y más cuando tienen a una modelo como actriz, y en este caso, teniéndola, han guardado la decencia. Y sé que va a ver mil críticas de la película acusándola de partidista, de producto del lobby feminista -y mil mierdas más- cuando, aparte de que no es algo negativo, importante es una mierda. Son amazonas, y las amazonas tenían que ser representadas tal y como lo han sido en esta película. Además de un mensaje fiel al cómic y entre comillas a la mitología, han creado un producto que puede servir y mucho para cambiar la forma de ver a los superhéores.

La película también tiene cosas malas, como todas, aunque una de las peores es algo ajeno. El doblaje en España se acerca a lo pésimo. No sé si ha sido resultado de la reciente huelga de dobladores que ha habido o que han deseado reducir gastos y han escogido a uno de los peores equipos actuales, pero el doblaje hace que la película pierda bastante. Voces que no se corresponden en absoluto con las reales de los actores / actrices, y una entonación rara, casi incómoda. Tal es que la primera media hora, con este doblaje, cuesta meterse en la película porque es un golpe de efecto contraproducente.

Otro punto negativo para mí es una frase que se repite hacia el final de la película. Wonder Woman ha estado a punto de perder la esperanza en la humanidad, por su visible maldad. Somos malos oye. Cuando su enamorado -que ese es otro tema- se suicida para salvar unas cuantas vidas más, ella descubre que algunos humanos sí guardan verdadera bondad en su interior, y recobra sus fuerzas. Cuando perfectamente podría haber dicho «Creo en ellos» o «Creo en el poder de la humanidad», los guionistas decidieron poner la frase «Creo en el poder del amor». ¡No! Es una manera anticlimática de terminar una película. No creo que él se suicide exclusivamente por amor hacia los demás, sino por justicia y heroísmo. La justicia no siempre va ligada al amor. No todo lo bueno que hacemos lo hacemos por amor al prójimo. Hay gente buena por naturaleza, que no necesita del amor como excusa para entregarse a los demás. Pese a no leer los cómics y realmente no saber si esto es igual en los mismos, a mí me parece que es algo que no le pega al personaje, al menos no al personaje que querían construir en esta película.

Y el amor, oh el amor. Esto no es Wonder Woman, es cualquier película de superhéroes, aunque aquí también ocurre. ¿Por qué tiene que existir una historia de amor -sentimental y romántico- en todas y cada una de las películas protagonizadas por superhéroes? No me jodas, hasta en las películas de Godzilla hay una historia de amor. Además una historia de amor tan estándar que sabes perfectamente cómo va a terminar ¿Qué tiene que ver eso con disfrutar viendo a gente con superpoderes aporreando a los malos? Yo NO quiero besitos en una película así, y si me los dais, que se alejen un poco de lo típico por favor. O amor paternofilial, como en Logan, aunque claro, Logan es otra liga.

Resumiendo. No es la mejor película de superhéroes de la historia, pero sí es la mejor que DC ha hecho en mucho tiempo. Da un atisbo de esperanza en lo cinematográfico de DC, y sobre todo, en ver en un futuro a personajes femeninos grandiosos, tal y como se merecen muchas espectadoras cuando deciden ir a ver películas de superhéroes.

Rocío

Rocío

Una de las tradiciones más típicas de la noche de San Juan es que en la madrugada, una vez celebrado el solsticio y con las hogueras apagadas, antes de que amanezca hay que andar descalzo por la hierba y lavarse la cara con el rocío que podamos encontrar a nuestro alrededor. Con esto se supone que conservaremos la belleza y la salud todo el año lo mejor posible. Un auténtico milagro vaya. Mirad lo que es el tiempo, que a día de hoy el milagro tan solo sería encontrar una mísera gota de agua en la madrugada. Disfrutad de las hogueras hermosos y hermosas.