Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

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Terror desde mi cama II

Terror desde mi cama II

Las risas de niños no serían problema alguno si no hubiera otra cosa que me preocupaba. Unas cuantas semanas antes había empezado a escuchar algo extraño tumbado en la cama, el latir de un corazón. Daba igual la hora, era bastante aleatorio, en algunas ocasiones era la noche la encargada de darle cuerda mientras que otros días el sol entraba por la ventana y seguía escuchándose. No tenía ningún tipo de horario. En un primer momento pensé que se trataba de mi propio corazón, pero al comprobar mi pulso vi que era un ritmo al completo distinto; no era el mío. Barajé mil ideas, desde una máquina de respiración asistida de los vecinos de abajo a gotas de las tuberías que producían un eco extraño; pero no sacaba nada en claro. Así pasaron semanas, antes, durante y después de la anécdota con las risas.

Me lo tomaba a broma porque realmente no era más que un ritmo constante a la hora de tumbarme en la cama. Eso era lo gracioso; había que tumbarse en la cama. Y no era algo que solo me ocurriera a mí, mi padre también lo podía escuchar, pero tan solo al tumbarse. ¿Quizás un muelle roto que con mala fortuna, con el peso de una persona, producía ese sonido? Puede ser, no lo niego. Pero el caso es que siempre, a su libre albedrío, sonaba.

Cuando mi padre y yo desistimos por ser incapaces de averiguar qué era, entró mi madre en el juego. «La Anabel» para los conocidos. Siempre hemos dicho que tiene algo de bruja -suele acertar cosas que no debería saber- e incluso de demonio, y lo demostró. Lo digo en tono de broma porque pasó tal cual, y sé que es difícil de creer. Pero bueno, es una madre, y las madres tienen ese algo que siempre hay que considerar, al menos la mía. Estábamos los tres en el cuarto, de día, a eso de las cuatro o cinco de la tarde, y mi padre y yo nos turnábamos para escuchar aquel ruido. Mi madre todavía no había probado a escucharlo porque pasaba del tema, le parecía algo tonto. Cuando por fin se cansó de vernos intentar oír el ruido, decidió tumbarse sobre la cama. Lo percibió. Pasaron diez segundos en los que ella no hizo nada y, una vez transcurridos, salieron por su boca las palabras:

Ya está.

Y en efecto. No me preguntéis cómo lo hizo o si estaba de broma, pero una vez que me tumbé en la cama, el ruido ya no estaba ahí. Ni aquel día ni ningún otro, porque desde entonces no ha vuelto a aparecer. No me malinterpretéis, sé que de paranormal esto no tiene nada, simplemente serán mil casualidades que se dieron a la vez en mi habitación, pero todo lo que os cuento pasó tal como lo podéis leer aquí. De todo lo que ocurrió, lo único que tengo claro es que aquel ruido desapareció una vez que mi madre se tumbó en la cama. Tengo claro que se acojonó, y le comprendo perfectamente.

Estas anécdotas son verídicas, me ocurrieron y he intentado narrarlas lo mejor posible. Como aviso, todo lo «terrorífico» que podáis ver en el blog a partir de ahora, sin duda no es real.

Reflexiones desde Logroño II

Reflexiones desde Logroño II

Qué necesidad habría de trascender, de dejar registro de lo que somos tallado en piedra, si al final acabaremos debajo de ella. No vamos a ver el triunfo, ni la separación ni la libertad de nada, pero nos obstinamos en dejar nuestro nombre marcado a fuego, fuego de arena mecido ante un viento que jamás controlaremos, y no entiendo por qué. El motor que lanza el impulso de todos nosotros, el timón de los deseos que nos dirige… No los entiendo. Ni nadie, supongo. Y tampoco estoy hablando de nada novedoso, pero es una pregunta que nos hacemos demasiado poco. Me da igual no hallar respuesta, aunque sé que tiene algo que ver con nuestra estupidez propia. ¿Por qué no podemos utilizar ese generador de dioses? Sabemos el principio teórico, pero nos perdemos en las directrices del cielo… O nos confundimos entre nosotros. ¿Distintos cielos, quizás? ¿Acaso es que son de distinto color, y eso no nos agrada? Tal vez… pero nos olvidamos de que el cielo solo es la puerta de algo más, que no vemos, y de lo que deberíamos estar ansiosos. Me pierdo, me pierdo. Página web, revista literaria, libro… Qué más me da, no debería preguntarme tanto qué hago, es pretencioso pensar que dependo de mí.

Concierto completo de Foo Fighters en el Maracanã

Concierto completo de Foo Fighters en el Maracanã

Full Show-Foo Fighters-Maracanã

Setlist:
Something From Nothing
The Pretender
Learn to Fly
Breakout
Arlandria
My Hero
Big Me
Congregation
Walk
Cold Day in the Sun
In the Clear
This Is a Call
Monkey Wrench

Dave alone on acoustic guitar:
Skin and Bones
Wheels
B-Stage
Times Like These
Detroit Rock City (KISS cover)
Tom Sawyer (Rush cover)
Stay With Me (The Faces cover)
Under Pressure (Queen and David Bowie cover)
All My Life
Best of You
Everlong

Temple Of The Dog, Pearl Jam y Soundgarden tocaron en el “Bridge School Benefit”

Temple Of The Dog, Pearl Jam y Soundgarden tocaron en el “Bridge School Benefit”

Temple Of The Dog, Pearl Jam and Soundgarden played at “Bridge School Benefit”

Sacado de // From –>http://portalternativo.com/

Temple Of The Dog, Pearl Jam y Soundgarden actuaron anoche (25-10-2014) en el Bridge School Benefit de Mountain View (California).

Soundgarden:

  1. Fell On Black Days
  2. Blow Up the Outside World
  3. Black Hole Sun
  4. Burden In My Hand
  5. Dusty

Pearl Jam:

  1. Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town
  2. Rain (Beatles)
  3. Sleeping By Myself
  4. Daughter
  5. Given to Fly
  6. Last Kiss
  7. Fuckin Up (Young)

Temple of the Dog:

  1. Hunger Strike

IN ENGLISH

Temple Of The Dog, Pearl Jam and Soundgarden performed last night ( 10-25-2014) at Bridge School Benefit in Mountain View (California).

Soundgarden:

  1. Fell On Black Days
  2. Blow Up the Outside World
  3. Black Hole Sun
  4. Burden In My Hand
  5. Dusty

Pearl Jam:

  1. Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town
  2. Rain (Beatles)
  3. Sleeping By Myself
  4. Daughter
  5. Given to Fly
  6. Last Kiss
  7. Fuckin Up (Young)

Temple of the Dog:

  1. Hunger Strike