Frontera
Estamos en la frontera de una nueva década que golpea con la fuerza de un siglo pero que se desvanece como la tarde de un domingo. El tiempo pasa pesadamente rápido y a veces da miedo la velocidad a la que se acerca el futuro. Las exigencias personales juegan en nuestra contra y aterra saber que a lo mejor un día futuro uno mira atrás y, sorprendiéndose, no está contento con lo conseguido (o no ha conseguido lo que le pone contento). Es terrible la posibilidad de fallarse por algo que ni siquiera ha ocurrido. O crear algo que no tendría que suceder. O querer algo que no va a aparecer. U obtener logros sin a nadie querer. Simplemente es terrible tener que mirar tanto al futuro porque lo que nos sostiene ni siquiera ha pasado. Somos una generación que va a ciegas hacia la oscuridad. Quiero decir, da igual que abramos los ojos, que nos han quitado la luz y temo que no sepamos recuperarla.
Samuel Cerdera García