Qué raro es este Spiderman
La ignorancia hace daño en cualquiera de sus facetas, y en el cine no puede ser menos. Tras el exitoso estreno, por no decir grandioso, de la versión cinematográfica de Deadpool, las críticas han sido también cuantiosas por parte de, sobre todo, padres y madres que se han visto sorprendidos ante lo poco ortodoxo de los procedimientos de este mal llamado superhéroe.
Tras muchas décadas de casposas insistencias sobre la edad recomendada para las películas, álbumes, videojuegos, etc. en un intento por parecer mejores padres -y quizás para que hagan el trabajo por ellos- parece que ya en nuestros días es algo más que asentado el hecho de jerarquizar, por diversas razones, el material cultural a determinadas edades. Pero, mira por donde, los mismos que clamaban a los cuatro vientos la exigencia de dejar claro cuándo un producto es «vicioso» para sus hijos e hijas, se han visto escandalizados por un personaje de cómic insolente, haciendo caso omiso a las recomendaciones de edad que durante meses han recorrido todos los medios digitales y culturales en general. Era algo ya sabido por la gran mayoría que en esta película Marvel se iba a redimir del proceso de infantilización por el que se ven sometidos muchos de sus superhéores. Desde los primeros trailers hemos podido observar que no se trataba de la película de superhéroe al uso -como ellos mismos han dicho-, y que lo que íbamos a ver era algo focalizado más en un público adolescente tirando para adulto.
No pueden poner por lo tanto la excusa de que es una película de superhéroes, donde según ellos se debe guardar una serie de ideales intactos. No pueden hacerlo ya que ni es la primera vez que Marvel dirige sus miras cinematográficas -pues dentro del cómic estamos ante un producto mucho más adulto en lo general, – hacia lo cruento, como por ejemplo en The Punisher, ni ellos se han comprometido jamás, como entidad, en la propagación de unos determinados ideales, al menos no en todos sus personajes, algo que sí puede verse quizás con mayor facilidad, siendo esto ya una opinión personal, en DC, donde sus héroes y villanos sí que contienen un matiz ideológico más marcado-insisto, desde mi punto de vista-. Es por lo tanto absurdo que los críticos con Deadpool afirmen que un superhéroe no puede ser así. Y quizás tengan razón en parte, porque parece que no son capaces de entender que Deadpool se trata de un antihéroe, un personaje que, pese a ser el protagonista y llevar el peso narrativo de la trama, no contiene en sí unos preceptos morales considerados loables, como sí lo hacen héroes como Superman o el Capitán América. Ser Deadpool no es ser alguien simpático y respetuoso con los demás, es ser un engreído e irrespetuoso que hace lo que quiere, cuando quiere, porque puede. Y Marvel siempre lo ha dejado muy claro.
¿Qué es lo que pretenden que se haga? ¿Hacer pases privados para todos los padres para juzgar de forma previa si esa película es recomendables para sus hijos? ¿Una especie de regurgitación para padres vagos? Ya consiguieron que esta famosa imagen:
Apareciera en todo aquel contenido cultural mínimamente explícito, por lo que me parece penoso que teniendo todo este artificio protector sigan poniendo quejas a una película que ya se mostraba desde un principio atacante y directa. Si no son capaces de ejercer la educación que desean para sus hijos porque no son responsables con sus ideales, que mejoren, pero que no le echen la mierda a un grupo de cineastas que desde el principio habían avisado a lo que venían. Si vuestro hijo o hija se enfurruña porque quiere ver a «ese Spiderman raro» y tú crees que no es adecuado que lo vea, ten la decendia de ser responsable y buen padre/madre como para negárselo, que hay otras muchas películas que seguro le entretienen. Pero ni se te ocurra quejarte de algo de lo que se te ha avisado, porque para algo existe la libertad de expresión. Pareciera que esta gente que ahora se queja por lo violento de este superhéroe quisiera imponer su forma de ver el cine. Ahora van de directores de cine que saben lo que es bueno para nosotros. Vamos, que no pretenden otra cosa más que adoctrinar mediante el cine transmitiendo una serie de doctrinas que ven de buen grado.
Por ejemplo, este iluminado aFrancisado -no me peguéis por el chiste malo-:
(Si Deadpool, te ha llamado Podemita)
Y nada, aquí finaliza mi alegato. Que no me hago unas chimichangas porque no sé. Y que les den por ahí a esos que se quejan porque sí. Y que en breve iré a ver por tercera vez este peliculón.