Me meto un tiro,
¡Pum!
El eco suena,
¡Pum!
O quizás es el corazón,
¡Pum!
Que todavía sueña.

Etiqueta: Terror

Reseña de «Dos historias para no dormir» (Stephen King)

Reseña de «Dos historias para no dormir» (Stephen King)

(Imagen sacada de Goodreads)

Dos historias para no dormir se trata de un compendio de dos historias cortas de terror del maestro Stephen King. Originalmente estas dos historias fueron lanzadas junto a otras en una antología de cuentos de 1985 llamada Skeleton Crew, la cual en España en su momento fue lanzada en cuatro volúmenes distintos. No hace falta dar explicación alguna de quién es el autor o qué estilo tiene, por lo que paso directamente a analizar los dos cuentos que en el libro aparecen: La barca Nona.

La primera de ellas es puro Stephen King de serie B. No lo digo de forma negativa, sino que es ese estilo suyo tan característico que imita a las películas de clase B de los 50 y los 80. Un grupo de amigos que está en la universidad tras una tarde de cervezas tiene la disparatada idea de ir a una laguna cercana en pleno mes de octubre, cuando ya nadie, por el frío, va a ese lugar. Una vez que van allí ven que la plataforma recreativa de los dueños de la laguna todavía está allí, sin retirar, por lo que deciden nadar hasta ella. Esta acción será un error que poco después se arrepentirán de haber cometido, pues a la vez que se suben sobre la barca una especie de mancha negra, semejante al petróleo, se acerca hacia ellos a toda velocidad por la superficie del agua, cercándoles y pareciendo realmente peligrosa.

El SPOILER de todo esto es que [la mancha se trata de una especie de extraño monstruo que obnubila a todo aquel que la mira, y cuando consigue que sus presas estén distraídas, las disuelve con su cuerpo para crecer con ello. No se nos dice qué es el monstruo, quedando la historia con un final abierto y misterioso. Al final solo uno de los jóvenes sobrevive, pero desesperado tras ver la muerte horrible de todos sus amigos, decide suicidarse lanzándose directamente contra la mancha negra]

La narración está acompañada de las clásicas dosis de violencia, gore, erotismo y terror propios de King, por lo que no falla en su cometido. Los personajes son arquetipos, apareciendo el aplicado, el musculitos, la chica sexy y la chica algo tímida. En esto no renueva nada la literatura de King, quien se limita a hacer lo que mejor se le da. Podría ser una película mala e insulta de los años 80, pero siendo en este caso una historia de Stephen King aderezada con una buena narración y excelentes descripciones, como siempre. Es de lectura sencilla como se puede imaginar ya que su extensión es breve. Destacaría de esta historia un pasaje bastante violento y gore donde un personaje se ve mutilado por el enemigo que les acecha. Sus descripciones son bastante detallistas en cuanto a vísceras y formas que pone el cuerpo cuando está siendo… castigado.

(Ilustración de Glenn Chadbourne)

La otra de las historias, Nona, es el Stephen King más enigmático, que gusta más del misterio y de analizar a la perfección la psicología de sus personajes. Diría que es un thriller psicológico en toda regla -y es bastante fácil imaginar una película tratando esta narración, de hecho existe un cortometraje del año 2016-. La historia cuenta las desgracias del protagonista, quien totalmente arruinado abandona la universidad y se pone a vagar por las carreteras de EE.UU. En un bar de carretera conoce a una enigmática joven de la que se prenda totalmente, llevando esto a una serie de desdichadas aventuras que él narrará desde la cárcel.

El final, del cual no haré spoiler porque no es trascendental, es metafórico y extraño. Lo importante no es el final de la obra, sino los pensamientos internos del personaje a medida que viaja hasta su rumbo final. La historia trata de las relaciones humanas tóxicas, de los esfuerzos sobrehumanos que hacemos por ciertas personas. Las decisiones personales que en un principio parecen nimias pero que luego pueden suponer un cambio trascendental de nuestro futuro. El personaje de Nona se nos presenta como una Femme fatale, capaz de ejercer una influencia destructiva y avasalladora sobre el personaje. De esta relación enferma se basa la inmensa mayoría de la novela, y de cómo esta es capaz de transformar por completo al protagonista. A Nona apenas le hace falta hablar con el protagonista para que este cumpla todos sus deseos.

Sobre el compendio en general diría que se trata de un ejemplar perfecto para iniciarse en King y ver sus vertientes más típicas de escritura. Siempre se dice cuál es la mejor forma de acercarse a este autor, y elijas la novela que elijas, quizás se está ofreciendo algo que exige un entendimiento previo del autor. Este tipo de historias cortas son las que introducen de forma magistral el estilo personal del autor. Si lees estas historias y te gustan puedes comprender un poco mejor de qué va la cosa, y con ello adentrarte luego en novelas más complejas y disfrutar del todo de Stephen King.

7’5/10 la nota final

Tened miedo… Mucho miedo: Leyendas urbanas de terror (Jan Harold Brunvand)

Tened miedo… Mucho miedo: Leyendas urbanas de terror (Jan Harold Brunvand)

Miedo no vais a pasar, es una especie de gancho comercial para atraer lectores. Pero aún así merece la pena leérselo pues es una vista general de cómo ha ido desarrollándose a través del tiempo el fenómeno de las leyendas urbanas de terror. Quizás debería haberse titulado «Leyendas urbanas de terror a lo largo de la historia», pero claro, como título y como vende libros deja mucho que desear.

Pero empecemos por el principio. Jan Harold Brunvand es un profesor emérito de la universidad de Utah experto en folclore, dentro del cual decidió centrarse en el interesante mundo de las leyendas urbanas de terror. Casi toda la totalidad de su obra se introduce dentro de ese fenómeno, así como esta obra que ahora nos ocupa, Tened miedo… Mucho miedo: Leyendas urbanas de terror. En su interior podremos encontrar el desarrollo de las leyendas urbanas desde el siglo XVIII hasta nuestro siglo actual, así como una pequeña aclaración del autor al principio de cada capítulo. Los capítulos están separados según la temática que siguen las leyendas urbanas, a la vez que más o menos intentan seguir un orden cronológico ascendente hacia nuestro siglo.

Se pueden encontrar leyendas urbanas desconocidas para el lector hasta el momento, aunque sí es cierto que gran parte de las terroríficas historias ya son muy conocidas para el lector actual. Al finalizar el libro da la sensación de que más de la mitad de las leyendas urbanas ya nos sonaban de antes y que lo que realmente hemos hecho es leer versiones ligeramente distintas a las que ya conocíamos. Historias como Bloody Mary, El gancho El autoestopista están introducidas varias veces pero cambiando ligeramente su narratividad para parecer distintas. Puede parecer tedioso pero esto nos confirma, como bien dice el autor, que las leyendas urbanas son algo procedente de muchos años atrás que, simplemente por el azar y ciertos individuos que permanecen en el anonimato, vuelven a cobrar importancia pasados los suficientes años como para que una parte de la población las haya olvidado. Es como un ente vivo que espera lo suficiente para saber con seguridad que vuelve a dar miedo a los incautos que escuchen con atención lo que tienen que decir.

También se explica con precisión que detectar si una leyenda urbana lo es suele resultar bastante fácil. Las reglas a seguir para asegurarse de que una historia es una invención son las siguientes:

  • La fuente es un amigo de un amigo (o alguien lejano para quien lo cuenta).
  • La anécdota va acompañada de la afirmación de que es verdad.
  • La historia incluye una advertencia.
  • Tiene un giro al final.
  • En la moraleja, una persona paga sus pecados.

Tal vez a día de hoy son reglas fácilmente evitables por las nuevas leyendas urbanas de terror -llamémosles creepypastas o de otra forma-, pero la base siempre ha sido la misma. Casi cualquier leyenda urbana que surja a día de hoy tiene su base en todas aquellas que asentaron, por así decirlo, el género. Y este libro es un gran ejemplo para todo ello; prácticamente todo está escrito ya, pero no por ello dejan de ser efectivas.

Otra parte muy interesante del libro es cuando el autor afirma que la verdad no puede ser impedimento para una buena historia. Muchas veces hemos visto cómo mitos se nos han derrumbado al descubrir que eran mentira. Y la gracia de muchas leyendas urbanas es que han permanecido entre nosotros como fieles representaciones de la realidad, y por eso las tememos. La mentira es una fiel aliada de la leyenda urbana, y debe seguir siendo así si queremos seguir disfrutando de ellas. No obstante en el mundo actual, donde Internet dicta la dirección de todas estas realidades se ha visto que la mentira no siempre es la clave de todo, pues aunque sabemos que ciertas historias son falsas no por ello disfrutamos menos de ellas.

Por último -esta reseña es corta pues no dejan de ser tiradas de leyendas urbanas seguidas las unas de las otras, no puedo comentar mucho más por desgracia- os dejo la que más gracia me ha hecho:

(Sacada de http://manoquemecelacuna.blogspot.com.es)

En la década de los 60, existió en USA un matrimonio que acababa de tener hacia poquito tiempo un bebe, iban muy cansados ya que los que tengáis hijos, sabéis que demandas tienen los recién nacidos.

Pero un día, el marido le propuso a la mujer salir a cenar juntos de noche para volver a sentirse pareja de nuevo ya que el bebe era un poquito mayor. Pese a las reticencias de la mujer decidieron consultar a los vecinos por alguna canguro que fuera fiable, ya que era la primera noche que salían y no querían dejar a su pequeño hijo con cualquiera.

Casi todos le recomendaron a la misma canguro, por lo que quedaron con ella a la hora convenida en su casa. Dispusieron todo en la misma y dejaron anotado el teléfono del restaurante por si surgía algún imprevisto.

Cuando la chica apareció, a la madre no le dio mucha fiabilidad su aspecto ya que pese a que era una rubia muy guapa, su aspecto hippy de la época hacia que no acabase de fiarse de ella para dejar a su pequeño hijo.

Las dudas se disiparon cuando vio su buen hacer al darle la cena al pequeño y también, ayudó mucho su marido, que tenia ganas de estar a solas con ella como los viejos tiempos, así que decidieron irse a cenar sin la mas mínima preocupación.

Durante la cena, la madre y sus cosas de primeriza, hicieron que a la hora del postre fuese a telefonear a su casa para comprobar como iba todo ya que quedaba poco para volver a casa. La canguro cogió el teléfono con voz adormilada y dijo que efectivamente, la noche se había desarrollado bien y que el niño estaba en la cuna y el asado en el horno.

La mujer al colgar pensó ¿asado? ¿que asado si yo estoy cenando fuera? sintiendo un palpito horrible, la mujer pidió a su marido que solicitase la cuenta y se fueran a casa, ya que sin saber por que, estaba empezando a sentir un miedo atroz.

Cuando llegaron a su casa, era evidente el olor a cigarrillo aliñado que se había fumado la canguro y a parte, ella a toda prisa guardó algo en sus bolsillos.Tenia las pupilas dilatadas y la mirada un poco perdida, hablaba balbuceando diciendo que el asado ya casi estaba listo.

La madre subió corriendo a la habitación del pequeño y lo que vio en la cuna, la heló la sangre: lo que estaba acostado y perfectamente arropado era uno de los peluches del niño. En ese momento, el horno comenzó a pitar anunciando el final de la cocción y siguiendo su terrible presentimiento fue a mirar.

Dentro del horno, estaba completamente asado su pequeño.

Estados Unidos y su caza de brujas de hippies. Me encanta. ¿El libro? Le doy un 7’5 por la repetición de historias pero una decente nota por ser un ejemplo muy bueno de cómo han ido evolucionando las historias. Lo recomiendo si os interesa el tema.

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(Imagen sacada de https://thoughtcatalog.com)

Reseña de «IT»

Reseña de «IT»

Las expectativas eran altas, quizás demasiado. Se cree que puede llegar a convertirse en la película de terror más taquillera de toda la historia, y eso no es decir poco. Publicidad, trailers, spots, IT lo ha inundado todo en estos últimos meses; apostaban fuerte por esta cinta. Había ganas y los fans teníamos la necesidad de ver una adaptación de IT a la altura de la novela original, aunque sea un sueño imposible. Y, en mi humilde opinión, han conseguido todo lo que se proponían. Advierto de la presencia de SPOILERS, así que si no queréis destriparos la película, es mejor que no leáis esta reseña.

Respecto a la adaptación de los años noventa, la han superado y con creces. Sin desestimar la valía de la anterior película o miniserie -con una actuación magistral de Tim Curry como Pennywise- aquí han mejorado casi todo. Respecto a la novela, pese a ser bastante fiel -más de lo que me esperaba- sí se han variado algunos motivos:

  • La elección de los niños no ha podido ser mejor. Cada uno de ellos es un fiel reflejo de las descripciones que aparecen en el libro. No puedo hablar de personajes más logrados. Hace un momento he intentado hacer una lista y sin querer me han salido todos los niños. La caracterización es fiel a la novela, punto por punto. Desde el color del pelo, el de sus ojos y sus ropajes. Y de la actuación tan solo se pueden decir maravillas; en este apartado me quedo con la actriz que encarna a Beverly Marsh, Sophia Lillis, y con Jeremy Ray Taylor, el actor con el papel de Ben Hanscom. Estoy seguro que muchos de los niños-adolescentes de esta película tendrán un buen futuro en el mundo del cine, se nota el talento de lejos.
  • Eso, es decir, IT, da auténtico pavor. Si bien la adaptación de su forma más reconocida, Pennywise, ha variado en parte respecto a la novela:
En la boca de la tormenta había un payaso. La luz era suficiente para que George Denbrough estuviese seguro de lo que veía. Era un payaso, como en el circo o en la tele. Parecía una mezcla de bozo y Clarabell, el que hablaba haciendo sonar su bocina en Howdy Doody, los sábados por la mañana. Búfalo Bob era el único que entendía a Clarabell, y eso siempre hacía reír a George. La cara del payaso metido en la boca de tormenta era blanca; tenía cómicos mechones de pelo rojo a cada lado de la calva y una gran sonrisa de payaso pintada alrededor de la boca. Si George hubiese vivido años después, habría pensado en Ronald Mcdonal antes que en Bozo o en Clarabell. El payaso sostenía en una mano un manojo de globos de colores, como tentadora fruta madura. En la otra, el barquito de papel de George.
 .
(Pennywise en la versión de 2017)
  • También se afirma que lleva un traje plateado. Todo esto no es así en la nueva película, ya que en la misma han optado por una versión más antigua, semejante a un arlequín, un payaso de época al tipo renacentista o victoriano, pero a que a mi parece gana en infundir terror. No hay que olvidar que la primera vez que Eso adoptó la forma de payaso fue en el siglo XIX junto al nombre de Bob Gray, pero esto, claro, es uno de los miles de detalles que permanecen sin adaptar dentro de la novela. Este payaso asusta incluso más que el del libro, pues no parece simpático a simple vista, mientras que el de la novela original y el de la anterior película, se puede decir que caía simpático a primera vista. Esto es un cambio importante, aunque no es el único.
  • Se ha optado por modernizar el contexto. Mientras que en la novela los acontecimientos de cuando son niños ocurren en los años 50, aquí han contextualizado todo a finales de los años 80. Lógico, pues la siguiente película ocurrirá en nuestra época y no tendrán dificultades a la hora de controlar el entorno. También ha habido un cambio bastante significativo respecto a los miedos de los niños. Muchos de los miedos en la novela están inspirados en monstruos típicos de la cultura de los años 50 (tales como el hombre lobo, Drácula, un pájaro gigante, la momia…), mientras que aquí han optado por otro tipo de encarnaciones de It (una mujer salida de un retrato escalofriante por ejemplo), aunque esto no varía en absoluto la trama dentro de la película.

Ha habido cambios lógicos de trama, pues la crudeza de algunos pasajes de la novela nunca jamás los veremos dentro de una adaptación de IT, y si los vemos, serán en una versión X de la película, y ni eso, pues sería ilegal. Sobre por todo el infame pasaje donde los niños, después de semi derrotar por primera vez a Eso, deciden sellar un pacto por el cual volverán si dentro de 27 años ocurre lo mismo. Este pacto consiste en sexo grupal, por el cual todos mantienen relaciones sexuales con Beverly, la única chica del grupo. Aparte de ocurrir esto, Stephen King, muy propio de él, decide acompañar esta narración de una descripción encomiable, que hace hasta incómoda la lectura de esta parte. La violencia gráfica también se encuentra bastante diluida, a la vez que las palizas a Beverly. Pero, pese a ese final tan, extraño, no se ha obviado nada demasiado importante para la trama. También se han obviado miles de detalles, como he dicho antes, de la historia de Derry a la vez que de la historia del propio IT, detalles que hacen lo superior a una novela como las de Stephen King. Todos los detalles de cómo llegó a La Tierra y sus matanzas en años y siglos anteriores apenas se dicen de un plumazo, pero entiendo que no pueden introducir toda la información prestada por parte de King, sería imposible y demasiado tedioso.

Saliéndome de las diferencias respecto al libro, y hablando de ella como película ajena a cualquier otra cosa:

  • Han acertado a la hora de dividir la historia en dos películas: cuando eran niños y cuando son adultos. La novela, de más de mil páginas, es demasiado larga como para adaptarla en una única película -ahí es donde falló la de los años 90, demasiado larga y obviando grandes detalles-. De esta forma se aseguran no perder demasiado material importante para la trama.
  • La película se hace amena. Han conseguido mezclar muy bien el humor propio de King -gracias, sobre todo, al personaje de Richie-, y el terror más absoluto. Personalmente la película no me ha dado miedo -ya no lo hace ninguna, suele pasar después de ver muchas-, pero sí que se crea una tensión muy agradable de sentir. El payaso es verdaderamente tenebroso, y cuesta mirarle fijamente a los ojos porque sabes que va a hacer algo.
  • El ritmo es bueno. La justa medida de conversaciones que informan sobre la trama junto a momentos oscuros con algún que otro susto. No busca el susto fácil, para nada, y se agradece. Estoy harto de películas que dicen dar miedo, y lo único en lo que consisten es en flashes, sonidos altos que obviamente te hacen moverte de tu butaca, y ya. Historias repetidas de otras películas y cero tensión.
  • Los efectos digitales, como en toda película moderna, no me terminan de convencer. Sin ser malos, a veces se nota demasiado su presencia. Supongo que contra esto no puedo hacer nada, pero a mis ojos me parecen demasiado cantosos. A veces podrían ahorrar espectacularidad por  ganar credibilidad, o al menos a mí me gustaría
  • Hay detalles que me han encantado: poner «Antisocial» de Anthrax en medio de una pelea, hacer mención a «Pesadilla en Elm Street» en la cartelera de un cine de la ciudad, la aparición de un payaso muy semejante al encarnado por Tim Curry en la miniserie -y otros que seguro ahora se me olvidan.

Solo tengo una pequeña pega, y es que el payaso, Pennywise, no resulta divertido. Puede parecer estúpido, pero tanto en la novela como en la miniserie de 1990 el payaso, dentro de lo tenebroso que es, atrae por su humor negro. Habla mucho cuando aparece, no calla; le gusta ser el centro de atención. Es gracioso y mata siendo gracioso. En esta película han olvidado por completo ese apartado humorístico de Pennywise y han creado un verdadero monstruo de pesadillas. Es lo único que me ha faltado en la película, humor con tinte negro.

Con todo, creo que es la mejor versión que podían hacer. Hay cosas que por decencia no pueden introducir, y han sabido paliar muy bien esa pérdida. Una dirección muy decente, que ha sabido no dejarse llevar por crear en exclusiva sustos a los espectadores, sino que han creado una película interesante, que trae tensión, y que merece la pena ver más allá de que sea de terror y uno tenga que asustarse por ello. Es lo que le falta al cine de terror; buenas historias. El cine de terror está de capa caída desde hace muchos años. Puedes encontrar dos o tres películas decentes en un año, junto a otra buena. El resto -y no es porque saquen pocas- suelen ser de categoría inferior, y desde luego no merece la pena gastar dinero para ir a verlas al cine. Es obvio que con una adaptación de Stephen King lo iban a lograr, pero también se logra con una buena dirección y unos personajes que lleguen al corazón. La recomiendo totalmente a cualquier persona, más allá de que te guste o no el cine de terror o suspense.

Le doy un 8/10.

Terror desde mi cama I

Terror desde mi cama I

No son anécdotas terroríficas. Ni mucho menos. Tampoco son impactantes; son de esas en que lo importante es haberlas vivido. Sé que todas tienen una explicación racional detrás, aunque eso no quita que en el momento de experimentarlas tuviera auténtico miedo. Me sentí bastante indefenso. Me considero agnóstico en esto de lo paranormal, y niego la mayor parte de lo que se puede ver, leer y escuchar en Internet, pero cuando algo así te ocurre, hay que ser sincero y contarlo tal y como pasó, más allá de tus ideales personales.

La primera anécdota es la más irreal y la que explicación más sencilla guarda, aunque irónicamente la que más me asustó en su momento. Una noche, creo recordar de verano, estaba intentado dormir. No tengo demasiados problemas a la hora de dormir con el calor, pero a todos nos cuesta a veces cerrar los ojos del todo cuando el sofoco acecha. A eso de las 3 de la madrugada -fíjate qué hora tan sugerente-, todavía despierto por el calor, creí escuchar unas risas, bastante agudas, a la lejanía, como risas de niño pequeño. Ningún misterio, «serán las vecinas de al lado», me dije, que habrán venido a pasar el día con el padre. Me volví a acostar, tranquilo, para intentar dormir algo. El problema surgió cuando al estar con los ojos cerrados, boca arriba, escuché a escasos centímetros de mi oído derecho esas risas de nuevo, aunque en esta ocasión más potentes, cercanas e intimidantes. Todos sabéis cómo suenan las risas de niños pequeños en las películas, pues aquello fue exactamente igual. Era como si estuvieran susurrándome en la oreja. No voy a mentir. Di un respingo y grité un poco. Lo primero que intenté es encender la luz, lo cual me costó unos segundos debido a la tensión del momento. Cuando el cuarto se iluminó obviamente allí no había nada, tan solo yo y mi nerviosismo. Esa noche quise dormir con la luz encendida.

¿Explicación? Un sueño. / Somnolencia. / Fueron las vecinas. / Simple y llanamente que tras el primer fenómeno yo mismo me sugestioné y mi cabeza provocó el segundo. Suele pasar.

¿Problemas? Estoy casi seguro de que estaba bien despierto. / Somnolencia, ninguna, no había dormido en toda la noche. Además me encontraba bastante descansado por desgracia. / Mis vecinas, difícil, ya que fue mi oído derecho el que sufrió el susto y la pared está justo a mi izquierda, estando bocarriba. / Y el mayor de todos ellos, este fenómeno llegó en las mismas semanas en las que en mi cama se escuchaba algo bastante inquietante…

Pero eso es asunto de otras entrada.